ZARAPICOS Pocos kilómetros al oeste de Salamanca, aguas abajo del Tormes y en Tierras que ya son de Ledesma, aparece el pequeño pueblo de Zarapicos, que en los primeros años del siglo XXI ha alcanzado cierta fama por alojar un gran campo de golf. El campo y las urbanizaciones anejas se han ubicado, por suerte, lejos del casco urbano y han permitido que este mantenga en buena parte su estructura y la calidad de sus construcciones tradicionales, a pesar de …
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ZARAPICOS
Pocos kilómetros al oeste de Salamanca, aguas abajo del Tormes y en Tierras que ya son de Ledesma, aparece el pequeño pueblo de Zarapicos, que en los primeros años del siglo XXI ha alcanzado cierta fama por alojar un gran campo de golf. El campo y las urbanizaciones anejas se han ubicado, por suerte, lejos del casco urbano y han permitido que este mantenga en buena parte su estructura y la calidad de sus construcciones tradicionales, a pesar de su cercanía a la gran ciudad. Y es que Zarapicos se ubica en el borde del alfoz metropolitano, y alejado de las grandes vías de comunicación. No pilla de paso hacia ninguna parte, por lo que hay que hacer la intención de ir para llegar hasta aquí. Una vez en el pueblo, el viajero podrá recorrer sus calles, ubicadas en la zona de transición entre el paisaje adehesado de suaves lomas y colinas y la fértil vega del Tormes. Las casas son de baja altura y levantadas en piedra, y los espacios sin construir son abundantes. El uso de la piedra, la abundancia de zonas verdes y arboladas y las largas cercas que limitan las parcelas forman un conjunto urbano atípico, poco cohesionado, que casi parece fundirse con el entorno rural.
© 2017 Jaime Tello García
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