Linares de Mora (Teruel)

LINARES DE MORA
En el sector más agreste de la comarca turolense de Gúdar-Javalambre se alza la villa de Linares de Mora, sobre un promontorio que viniendo por carretera desde Rubielos destaca sobre el valle del río Linares con su caserío aterrazado coronado por su viejo castillo y por la Iglesia de la Inmaculada. Y si la escena desde la Ermita es espectacular, el espectáculo viniendo desde el norte es total. En la carretera de Mosqueruela, algunos kilómetros y algunas curvas antes de llegar a Linares, alguien sabio ha habilitado un mirador para gozar del precioso paisaje resquebrajado del valle, con el pueblo sobresaliendo pero allí, tan abajo, que nadie diría que minutos más tarde disfrutaremos de la estampa elevada de su arquitectura sobre el cerro. La trama urbana de Linares, adaptada perfectamente a la roca sobre la que se ubica, se extiende por las laderas formando una punta de flecha casi perfecta orientada a la solana. Alberga uno de los conjuntos monumentales mejor conservados y sorprendentes de la península y que, me temo, debido a su remoto emplazamiento y al desdichado desconocimiento que, en general, se tiene de la provincia de Teruel, corra el peligro de pasar desapercibido. Linares es una villa amurallada bajomedieval gobernada por el castillo de siglo XIII y por su iglesia barroca, completado el conjunto urbano por un extraordinario muestrario de arquitectura tradicional encalada, muy homogéneo, que resulta en una imagen de postal del pueblo desde la ermita, con sus fachadas blancas sobre el callejero a distintos niveles, y las agujas del campanario exento y la fortaleza rematando la silueta. Linares, un pueblo emocionante y excepcional.
© 2017 Jaime Tello García