OLMO DE LA GUAREÑA Olmo de la Guareña es un pueblo muy pequeño, una aldea que alberga a apenas treinta habitantes a comienzos del siglo XXI. Esta población escasa y su ubicación en el final de la carretera que viene de Vallesa transmiten una sensación de aislamiento, de vivir al margen de la modernidad incluso estando cercano, como está Olmo, de grandes pueblos y ejes de comunicación. Y de estar siempre al borde del abandono. Olmo de la Guareña no …
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OLMO DE LA GUAREÑA
Olmo de la Guareña es un pueblo muy pequeño, una aldea que alberga a apenas treinta habitantes a comienzos del siglo XXI. Esta población escasa y su ubicación en el final de la carretera que viene de Vallesa transmiten una sensación de aislamiento, de vivir al margen de la modernidad incluso estando cercano, como está Olmo, de grandes pueblos y ejes de comunicación. Y de estar siempre al borde del abandono.
Olmo de la Guareña no tiene ayuntamiento propio, es una pedanía adscrita a Vallesa, núcleo urbano situado dos kilómetros hacia el suroeste. Ambos, Olmo y Vallesa, se integran en la comarca de la Guareña zamorana, vertebrada por el río homónimo, uno de esos pequeños ríos, apenas un arroyo muy dependiente de la temporada de lluvias y que aflora en las llanuras y las suaves colinas de la meseta norte, que va ganando cuerpo recibiendo las aguas de barrancos y arroyuelos. Como parece evidente, la abundancia de olmos está detrás del topónimo de este lugar pequeño y colorido, de calles amplias y casas donde se conjuga el ladrillo de un rojo intenso con el encalado y con nuevas construcciones un tanto ajenas a la tradición constructiva de la zona. A pesar de ello, el pueblo es un conjunto bello y armónico, un oasis en la llanura de cereal salpicada por el frescor de las riberas del propio Guareña y del Mazores, que confluyen al noreste. La Iglesia de San Andrés, románico-mudéjar, conserva un maravilloso ábside de ladrillo que es el principal activo del patrimonio local. El templo original fue levantado en el siglo XII, momento en que se repoblaron estas tierras reconquistadas al sur del Duero de las que se hace cargo la Orden Hospitalaria.
© 2017 Jaime Tello García
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