FOTOURBANA.com – Descubriendo los hábitats del hombre
JAIME TELLO GARCÍA – Geógrafo, fotógrafo y viajero

Villafeliche (Zaragoza)

VILLAFELICHE El sinuoso valle del Jiloca comunica Calatayud con Daroca, dos de los núcleos históricos más importantes de la provincia de Zaragoza. En sus márgenes, trepando por las paredes que flanquean el cauce, se levantan varios pueblos importantes que aprovecharon el desnivel para establecer su caserío al abrigo de las defensas que coronan sus cumbres. Villafeliche es uno de ellos, un pueblo bello y colorido rematado por la ruina de su viejo castillo, uno de los conjuntos urbanos más completos …

Leer más…

Geolocalización

Video


Redes sociales

Déjanos tu opinión

VILLAFELICHE
El sinuoso valle del Jiloca comunica Calatayud con Daroca, dos de los núcleos históricos más importantes de la provincia de Zaragoza. En sus márgenes, trepando por las paredes que flanquean el cauce, se levantan varios pueblos importantes que aprovecharon el desnivel para establecer su caserío al abrigo de las defensas que coronan sus cumbres. Villafeliche es uno de ellos, un pueblo bello y colorido rematado por la ruina de su viejo castillo, uno de los conjuntos urbanos más completos y variados del occidente zaragozano. El casco urbano, de grandes dimensiones, aún conserva la herencia morisca en su trama, con calles que caen hacia la fértil vega y callejones y recodos que trepan buscando la fortaleza. Una larga calle, la Calle Mayor, corre paralela al Jiloca y vertebra el pueblo. El Jiloca, que ha sido la fuente de vida de Villafeliche desde tiempos inmemoriales y cuya fuerza movió los molinos que dieron fama al lugar por la fabricación de pólvora. La visita a la vega y a la vieja estación de ferrocarril se hace obligatoria para conocer la verdadera dimensión de Villafeliche y disfrutar del perfil del pueblo y su castillo. De vuelta a sus calles, Villafeliche cuenta con un espacio urbano excepcional, la Plaza Mayor, una de las más bellas de toda la comarca, compendio de arquitectura popular desde la que poder disfrutar de la vista de la fortaleza y de sus casas grandes y bien conservadas en un entorno de gran belleza. En el otro extremo del casco está la plaza donde se ubica su ayuntamiento, de construcción antigua pero muy transformado, y sobre todo la Iglesia de San Miguel, gran nave barroca coronada por una bellísima torre mudéjar de ladrillo y azulejo levantada a finales del siglo XVI.
© 2017 Jaime Tello García


Ver en Wikipedia