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JAIME TELLO GARCÍA – Geógrafo, fotógrafo y viajero

Ariño (Teruel)

ARIÑO Escondido entre las sierras turolenses próximas a Andorra se encuentra Ariño, uno de los pueblos con mayor tradición minera de la provincia. Al llegar hasta aqui por carretera, uno tiene la impresión de estar en uno de los rincones más remotos y escondidos de Teruel, con permiso de las zonas más agrestes del Maestrazgo. Pliegues geológicos envuelven al pueblo desde la distancia, configurando uno de los paisajes más característicos de ese Teruel que imaginamos agreste, rural y pintoresco. La …

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ARIÑO
Escondido entre las sierras turolenses próximas a Andorra se encuentra Ariño, uno de los pueblos con mayor tradición minera de la provincia. Al llegar hasta aqui por carretera, uno tiene la impresión de estar en uno de los rincones más remotos y escondidos de Teruel, con permiso de las zonas más agrestes del Maestrazgo. Pliegues geológicos envuelven al pueblo desde la distancia, configurando uno de los paisajes más característicos de ese Teruel que imaginamos agreste, rural y pintoresco. La importancia minera que tuvo Ariño hizo que aparecieran dos núcleos urbanos más o menos diferenciados en Ariño: el casco viejo, el pueblo antiguo, sobre la ladera orientada al sur; y el poblado minero, más moderno y accesible, cercano a la carretera. Ariño es hoy un pueblo grande para el contexto de la provincia, cercano a los 900 vecinos, que ha sufrido menos la despoblación por la actividad minera y la creciente actividad turística ligada, entre otras cosas, a su balneario. Aunque tambien tiene que ver con el entorno en el que se ubica, fomentando quizá un nuevo "turismo geológico" relacionado con la mina, con las caprichosas formas rocosas que por aquí han aflorado, y con la presencia de huellas de dinosaurios. El pueblo mantiene con gran dignidad su casco histórico, gobernado por la torre tardorenacentista de la Iglesia de San Salvador, cuyas naves datan del siglo XVIII. El caserío, donde dominan el encalado y nuevas construcciones de ladrillo, llena de pintorescos rincones las calles del pueblo, siendo muy recomendable moverse arriba y abajo de la ladera y hasta la ermita para tomar distintas perspectivas del casco urbano y su entorno.
© 2017 Jaime Tello García


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