Cetina (Zaragoza)

CETINA
Cetina es una villa de un marcado carácter aragonés, a pesar de encontrarse cercana a la frontera con Castilla. Me llaman mucho la atención las diferencias marcadas que, tan a menudo, se dan en este país nuestro en cuanto a morfología urbana, arquitectura tradicional o en algo tan simple como la torre de sus iglesias, por algo tan banal como los límites administrativos de las autonomías, las provincias o incluso comarcas. Banalidad que en el pasado no lo fue tanto porque esos límites eran fronteras infranqueables entre reinos. Y en el caso de la frontera entre Castilla y Aragón el proceso es más marcado, pasando de la piedra al ladrillo, de los cascos urbanos de perfil bajo y extensos en Castilla, a entramados complejos de calles umbrías y casas altas con sobrado y la abundancia de edificios de ladrillo en Aragón. Cetina es pueblo aragonés en el que impera el ladrillo en sus edificios más destacados. Desde la Autovía del Nordeste se intuye el perfil de la villa al sur y cruzado ya el río Jalón. Sin embargo, resulta difícil apreciar desde la distancia, la magnificencia del conjunto monumental, de su Palacio y su iglesia de San Juan Bautista, que se asoman, ambas, al valle fluvial desde el risco en que se ubican. Cetina es una villa antigua de la Comarca de Calatayud, por la que pasó el mismísimo Cid que tomó su castillo. De hecho Cetina aparece citada en el Cantar del Mio Cid. La plaza es prontamente reconquistada por Alfonso I el Batallador, y recibe fuero otorgado por Ramón Berenguer IV en el siglo XII. Situada en la frontera del Reino de Aragón, esta villa de señorío, cae en una larga decadencia cuando de produce la unificación de reinos, aunque sigue jugando un papel relevante al asentarse sobre el camino que comunica la meseta con el Valle del Ebro y el nordeste peninsular, aunque la mejora en las comunicaciones le hiz perder relevancia al desplazar la nacional y la autovía al lecho del valle. Cetina ha logrado un cierto renombre por otro hecho histórico gracias al gran Francisco de Quevedo, literato universal que celebró su casamiento en la capilla del palacio de Cetina el 26 de febrero de 1634, con Doña Esperanza de Mendoza, Señora del lugar.
© 2017 Jaime Tello García