Castellote (Teruel)

CASTELLOTE
Castellote es la puerta septentrional a la tierra legendaria y medieval del Maestrazgo turolense. Ante su castillo se abre un paisaje infinito de sierras yermas hacia poniente y que se van reforestando hacia el sur lejano, allá por Cantavieja y Mosqueruela. De Castellote lo primero que llamó mi atención fue su propio topónimo, de gran rotundidad, que parece hablar de lo espectacular de su emplazamiento. Además, sea cual sea el camino que se tome para llegar hasta aquí, el paisaje se vuelve agreste y un tanto intimidante. Viniendo de Mas de las Matas, el paisaje se vuelve en pocos kilómetros montañoso, abrupto y fascinante, y contrasta con las suaves colinas del Bajo Aragón. Si llegamos por la carretera de Cantavieja, ya desde muchos kilómetros antes divisamos la increíble muralla natural que resguarda al pueblo y que alberga en su cima los restos de la fortaleza. Y durante todo el camino, el Guadalope siempre presente en su ruta hacia el Ebro, represado o salvaje. La subida y visita al castillo es la actividad más extenuante y sin embargo recomendable si se quiere conocer Castellote. La panorámica desde lo alto, que se abre a los cuatro vientos, bien lo merece. Una vez descendidos, y descansados, el paseo por el casco urbano es igualmente fascinante. La Iglesia de San Miguel, con portada gótica, es tan monumental como lo pareció desde lo alto del castillo. Numerosas casas blasonadas y de gran entidad, arcos, pasadizos y muchas cuestas empedradas o escalonadas forman un conjunto urbano de gran interés, de los más monumentales del Maestrazgo.
© 2017 Jaime Tello García