Berlanga de Duero (Soria)

BERLANGA DE DUERO
Perdido andaba yo por tierras sorianas, camino de El Burgo creo recordar y como siempre, por el camino menos directo para disfrutar más de la soledad de paisajes poco frecuentados. Y sin esperarlo me topé con el perfil de Berlanga de Duero, uno de los paisajes urbanos más espectaculares de España. Menuda sorpresa. Un castillo de grandes cubos circulares. Una muralla, a los pies del Castillo, de lienzos casi intactos y resonancias legendarias. Una fachada que es eso, pura fachada llena del aire de un viejo palacioausente, el de los Tovar, arruinado en la Guerra de la Independencia. Una fantástica Plaza Mayor porticada, castellana. Una Colegiata de dimensiones casi catedralicias. Una villa de enrevesado casco urbano medieval salpicado de palacios y de una arquitectura popular extraordinaria. Berlanga es un asentamiento humano milenario, que cobró un papel relevante durante la dominación musulmana, cuando se levantó una vieja alcazaba dependiente de la jurisdicción de Medinaceli. La posición estratégica de Berlanga de Duero, en la línea fronteriza entre los reinos cristianos y musulmanes, en un primer momento, y más tarde cercano a la frontera entre Castilla y Aragón justifica en buena medida la importancia que alcanzó durante la Edad Media. Tras la reconquista, la villa tomó su propia tierra, comarca histórica cuya cabecera sigue ostentando en la actualidad. Villa de Realengo, cae bajo el dominio de los Tovar que toman el Señorío y unen, de esta forma, el Ducado de Frías con el nuevo Marquesado de Berlanga. Los nuevos señores despojan a la villa de casi toda su herencia románica para construir la colegiata, el castillo y el palacio, los tres elementos fundamentales del patrimonio local. El palacio llegó a ser uno de los más importantes y ricos de toda Castilla, tal era el poder y la amplia jurisdicción de los Tovar de Berlanga. A pesar de las grandes hazañas que ha vivido esta villa, de los grandes hallazgos monumentales que se encuentran en sus calles, lo que hace aún más especial a Berlanga es la atmósfera de sus calles, calles casi desiertas de gente y plenas de silencio, fachadas que guardan la noble y austera vida de estos castellanos que en Soria parecen volverse aún más esquivos, tal es su aislamiento. Aunque poco a poco, gracias a esa moda del turismo rural, la modernidad está aportando luz y vida a estas tierras.
© 2017 Jaime Tello García