Castiliscar (Zaragoza)

CASTILISCAR
Es Castiliscar un pueblo de historia profunda perdido entre los pequeños valles de las Cinco Villas zaragozanas. Se asienta en las faldas de la Sierra de Santa Águeda, y desde sus calles y edificios ya se intuye en el horizonte la cercanía del desierto de las Bardenas de Navarra, paisaje de singular belleza que se torna terroso y yermo. Castiliscar se sitúa, por tanto, en una tierra de transición entre las pequeñas sierras aragonesas que anteceden a los Pirineos y las extensas llanuras navarras y cincovillanas. El pueblo alberga en su punto más alto un valioso conjunto monumental que fue centro del poder religioso y civil de toda la redolada. Este emplazamiento primitivo, sobre un otero rocoso, surgió en plena repoblación de estas tierras tras la Reconquista, levantándose en el siglo XI el castillo y poco más tarde la bella Iglesia de San Juan Bautista, construída con sillares de roca autóctona, románico aragonés cuya portada busca la luz rojiza del ocaso. La rehabilitación acertada de todo el entorno monumental de Castiliscar permite disfrutar de todos sus elementos, la iglesia y la torre almenada que rememora el viejo castillo de Liscare, hoy convertido en Ermita del Santo Cristo. Por el cerro en que se asienta caen algunas calles irregulares y estrechas que forman su casco urbano, en las que destacan las fachadas de antiguas casas señoriales, portales adovelados, ventanales góticos, blasones, y sobre todo un notable conjunto de arquitectura popular, por lo general encalada y bien cuidada. Por todo ello, podríamos afirmar que Castiliscar es paradigma de villa cincovillana, emplazamiento medieval defensivo que ha tornado en pueblo monumental.
© 2017 Jaime Tello García