Montuenga de Soria (Soria)

MONTUENGA DE SORIA
Recuerdo que hace ya unos años, en uno de esos programas de televisión que se meten a usmear en las casas de la gente, apareció el propietario de los castillos de Somaén y Montuenga, que por entonces era el mismo, y explicaba que se adjudicó ambas fortalezas por cuatro pesetas allá por los setenta, cuando no estaba de moda esto de poseer edificios históricos. Y sentí envidia por haber llegado tarde a esa posibilidad que, incluso contando con el aumento del coste de la vida, hoy sería imposible para cualquiera poco potentado. En cualquier caso el de Somaén era aprovechable, y fur muy bien recuperado. El de Montuenga es otra cosa. Su espectral e imponente perfil que alza al sur de la autovía del nordeste, sobre las últimas llanuras sorianas antes de adentrarnos en el viejo reino de Aragón. Defensa castellana de frontera junto al mismo Somaén, Medinaceli o Monteagudo, entre otras plazas. Paisaje yermo y terroso en el que destacan las formas de sus torres, una más grande que la otra, sobre un cerro amesetado, perfecto, que simula un submarino saliendo a la superficie. De hecho el castillo, levantado en mampostería y con remates de sillar en las esquinas, forma de hecho una unidad con el cerro en el que se asienta, ya que se adapta perfectamente a su forma. Domina un territorio extenso, ubicado en el corredor que comunica la meseta con Aragón. A los pies del castillo, en su cara occidental, se extiende el casco urbano de Montuenga, pueblo pequeño que apenas supera los cien empadronados, perteneciente al ayuntamiento de Arcos de Jalón. El modesto edificio de la Iglesia de San Juan Bautista centra la vida de un pueblo de calles irregulares y fachadas eclécticas en las que predomina el adobe y la mampostería. Calles que se cruzan en ángulo recto y edificios de factura modesta que forman bellos rincones de profundo sabor rural y que remiten a un tiempo pasado en vías de extinción.
© 2017 Jaime Tello García