Calvarrasa de Abajo (Salamanca)

CALVARRASA DE ABAJO
Parece que Calvarrasa debió ser un pueblo más próspero cuando la vieja carretera de Madrid aún no tenía sustituta. Desde el aciago día en que la autovía se puso en marcha, sus bares, restaurantes y la gasolinera parecen languidecer. Habrá quienes hayan encontrado la calma que ansiaban, el silencio de la ausencia. Personalmente siento pena por la vida que han perdido Calvarrasa, Encinas, Ventosa y tantos pueblos regados por la vida de la N501. Me gusta, de vez en cuando, coger la vieja carretera y revivir los largos y peligrosos trayectos hacia Ávila, que ahora son un placer por la ausencia casi total de tráfico. Situada en el valle del Tormes, en el alfoz de Salamanca, hoy podría calificarse a Calvarrasa de "pueblo dormitorio" que durante los años del boom vió surgir edificios y urbanizaciones por doquier. A pesar de ello, ha sabido conservar una parte importante del sabor rural que le dan las viejas fachadas que dan a la carretera, la Iglesia de San Pedro y el entramado urbano de calles estrechas sin orden ni planificación que se ha configurado por las propias necesidades de la población. Típico urbanismo del llano castellano, Calvarrasa se ubica en una de las terrazas aluviales cercanas al lecho del Tormes, huertas y maizales regados por el cercano curso de agua, que además propició la construcción de uno de esos pueblos nuevos de explotación agraria, Nuevo Amatos, ya muy cercano al río. La cercanía y buenas comunicaciones con la capital provincial hacen de Calvarrasa un pueblo en el que vivir con la comodidad de la gran ciudad, en un entorno muy rural.
© 2017 Jaime Tello García