Béjar (Salamanca)

BÉJAR En el estrecho paso entre sierras que comunica Castilla y León con Extremadura se levanta vigilante la ciudad de Béjar, resguardada por la sierra del mismo nombre. Erigida en un promontorio sobre el río Cuerpo de Hombre, que tributa al Alagón y después a la cuenca del Tajo, Béjar y parte de su tierra es de los pocos rincones de Castilla que miran al sur, aunque con menos descaro que el Tiétar. Béjar, antigua ciudad textil, segunda por población …

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BÉJAR
En el estrecho paso entre sierras que comunica Castilla y León con Extremadura se levanta vigilante la ciudad de Béjar, resguardada por la sierra del mismo nombre. Erigida en un promontorio sobre el río Cuerpo de Hombre, que tributa al Alagón y después a la cuenca del Tajo, Béjar y parte de su tierra es de los pocos rincones de Castilla que miran al sur, aunque con menos descaro que el Tiétar. Béjar, antigua ciudad textil, segunda por población de la provincia de Salamanca, cabecera de comarca y de todo el sur salmantino, tierra de frontera y transición entre la Meseta norte y los valles extremeños. Asentamiento muy antiguo de vetones y romanos, musulmanes y judíos también dejaron huella en Béjar en la fundación de su castillo que antes alcazaba, los primeros, y en el entramado del Barrio Judío los segundos. Con frecuencia Béjar es ninguneada por el turismo en favor de Candelario o de la Sierra de Francia. Sin embargo, cuenta con un casco histórico de los más ricos e interesantes de la provincia. Ciudad moderna y a la vez testigo de la historia, universitaria e industrial, cuna de los Zúñiga, de artistas y deportistas, un recorrido por sus calles es un placer para los sentidos. Ascendiendo por la Calle Mayor hacia el Palacio Ducal, vieja fortaleza de gran renombre, dejaremos a ambos lados un buen número de iglesias, conventos, algunas muestras de arquitectura serrana y sobre todo la vista sobre la Sierra de Béjar y Candelario, que se alza al oriente del casco urbano. Galerías acristaladas en las fachadas, iglesias con elementos románicos, viejas fábricas textiles en el valle, y la abandonada estación de ferrocarril, de muy recomendable visita por la bella estampa de decadencia que proyecta y por la panorámica sobre el casco urbano, completan el conjunto de gran interés que hoy es Béjar.
© 2017 Jaime Tello García


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