ARAPILES En el centro de la provincia de Salamanca, al sur y muy cerca de la capital provincial, se alzan dos cerros amesetados que destacan en el suave relieve que ya va reclamando el dominio de la dehesa pero que aún mantiene el paisaje cerealista del campo salmantino. Son los cerros del Arapil grande y el Arapil chico, escenarios de una de las batallas más cruentas de la Guerra de Independencia y que supuso un duro golpe para las tropas …
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ARAPILES
En el centro de la provincia de Salamanca, al sur y muy cerca de la capital provincial, se alzan dos cerros amesetados que destacan en el suave relieve que ya va reclamando el dominio de la dehesa pero que aún mantiene el paisaje cerealista del campo salmantino. Son los cerros del Arapil grande y el Arapil chico, escenarios de una de las batallas más cruentas de la Guerra de Independencia y que supuso un duro golpe para las tropas francesas. Sería difícil entender la historia de este rincón castellanoleonés sin comprender la importancia que la batalla tuvo en el devenir de la guerra. Arapiles, el pueblo ubicado a los pies de ambos cerros, parece ser un testigo mudo de la contienda que se desató con gran intensidad hace apenas 200 años. Nadie que no conozca esta historia podría pensar, paseando por las calles sobrias y poco ornamentadas del pueblo, que aquí tuvo lugar tan importante acontecimiento, si no fuera por la omnipresencia de los dos Arapiles oteando el horizonte. Incluso sobre uno de ellos, en el Arapil grande, se ve fácilmente el monolito que recuerda el evento. Lejos ya la guerra, el casco urbano refleja en cierta medida la cercanía a la capital provincial y, aunque se ubica en una segunda corona metropolitana, el auge constructivo de los primeros años del siglo XXI han dejado una huella no sólo física expandiendo y sustituyendo una parte importante del viejo caserío, sino también demográfica, manteniendo la población a lo largo del siglo XX y beneficiándose, por esa proximidad a Salamanca, de una accesibilidad que contuvo el éxodo rural. La iglesia y la nueva pista polideportiva cierran por el norte el recinto urbano de Arapiles, que aún conserva un importante catálogo de arquitectura popular, de casas bajas y grandes portalones de acceso a naves agrícolas, paisaje urbano típico del campo de Salamanca.
© 2017 Jaime Tello García
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