LA FRESNEDA En el Matarraña me siento en mi casa. Su paisaje, sus pueblos, su historia, su cultura y patrimonio, su gente aragonesa noble y amable. Parece un compendio de tópicos, pero por mi experiencia en estas tierras diría que son realidades. Como en ningún otro lugar, en el Matarraña soy feliz. Y La Fresneda es una de las puntas de lanza de estas tierras. Conjunto Histórico Artístico, La Fresneda es uno de los más bellos pueblos de esta comarca …
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LA FRESNEDA
En el Matarraña me siento en mi casa. Su paisaje, sus pueblos, su historia, su cultura y patrimonio, su gente aragonesa noble y amable. Parece un compendio de tópicos, pero por mi experiencia en estas tierras diría que son realidades. Como en ningún otro lugar, en el Matarraña soy feliz. Y La Fresneda es una de las puntas de lanza de estas tierras. Conjunto Histórico Artístico, La Fresneda es uno de los más bellos pueblos de esta comarca en la que todos los pueblos son pequeñas joyas medievales. Y me atrevería a decir que es uno de los más bellos pueblos bajomedievales de la península. Atalaya y mirador sobre este territorio, desde lo más alto del pueblo se puede divisar Torre del Compte, y más allá el triple cerro de Calaceite, además de una amplísima panorámica sobre los Puertos de Beceite. El excepcional conjunto de elementos que se distribuyen en sus cotas más altas ya es suficiente regalo para el visitante: su Iglesia Parroquial, allá en lo alto, cuya ubicación hace que la misa diaria se antoje algo difícil; las tumbas que rodean la iglesia y el viejo cementerio cercano; las escasas ruinas de su viejo castillo; la belleza insólita e italianizante de su Ermita de Santa Bárbara salpicada de cipreses, visita de lo más recomendable.
Y por si fuera poco, la parte baja del pueblo guarda sorpresas indescriptibles. La Calle Mayor, de las más bellas que yo haya visto, con sus pesados y bellísimos soportales medievales que aún aguantan, después de siglos, la nobleza de sus viejas casas y linajes. Y el conjunto de la Plaza Mayor, que alberga uno de los ayuntamientos renacentistas mejor conservados y más bellos de la península. Afortunadamente, en mi última visita a La Fresneda se había regulado el tráfico en la plaza los fines de semana, permitiendo disfrutar de su belleza sin obstáculos. Por todo el pueblo aparecen viejos palacios y casas blasonadas, fachadas que brillan iluminadas por el sol de la mañana en un pueblo que parece buscar con la mirada el Mediterráneo que salpica al otro lado de las montañas.
© 2017 Jaime Tello García
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