Tramacastilla de Tena (Huesca)

TRAMACASTILLA DE TENA
Oculto entre bosques y montañas se alza el caserío de Tramacastilla de Tena, la vieja "Trambacastiella" romana, lugar entre castillos que desde hace milenios ve pasar el incesante flujo humano que discurre por el Valle de Tena. Es un pueblo pequeño, con una escasa población estable que se multiplica en ocasiones por la abundancia de segundas residencias. Es también un pueblo de montaña, ubicado a más de 1200 metros de altitud y que se asoma desde sus calles y ventanas al hermoso valle que el Gállego forma en su curso alto. Lo primero que pienso al llegar al pueblo es que si no hubiera sido tocado por la mágica barita del turismo, Tramacastilla sería una de esas tantas aldeas despobladas de la provincia de Huesca, despoblada por su remota ubicación y por la dureza de la vida de sus vecinos que antaño tenían que lidiar con los crudos inviernos pirenaicos. Pero tanto no es así, tanto ha evolucionado Tramacastilla, al igual que otros pueblos de estas montañas, que el pueblo ha quedado un tanto desfigurado por el abrazo de una modernidad que ha llenado sus calles de modernas casas y edificios residenciales. A pesar de ello, no todo está perdido ya que en general, esas nuevas edificaciones han sabido respetar la arquitectura tradicional en piedra que es la típica del valle. Conserva el pueblo además algunos elementos interesantes, como la iglesia románica, del siglo XII que se alza en el punto más elevado del casco urbano y que es el mejor mirador sobre el entorno. El entorno, el paisaje y la naturaleza son los principales valores de Tramacastilla de Tena. Una estampa que es al mismo tiempo acogedora y feraz, de altos picos cercanos a los 3000 metros en cuyas faldas se abren bosques umbríos de reminiscencia medieval.
© 2017 Jaime Tello García