Agramunt (Lleida)

AGRAMUNT Antes de escribir unas líneas sobre Agramunt necesito centrarme ya que visité Agramunt y Guissona el mismo día y, lo siento, me cuesta diferenciarlas. Aunque haciendo un esfuerzo, comienzo a entrar en razón. Guissona es aquella romana, en la que se celebraba una feria de esa temática, y en la que se enclava la famosa supercooperativa leridana. Agramunt es la medieval, monumental, románica y soportalada. Ya recuerdo con claridad. Agramunt es un pueblo grande, o una ciudad pequeña, como …

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AGRAMUNT
Antes de escribir unas líneas sobre Agramunt necesito centrarme ya que visité Agramunt y Guissona el mismo día y, lo siento, me cuesta diferenciarlas. Aunque haciendo un esfuerzo, comienzo a entrar en razón. Guissona es aquella romana, en la que se celebraba una feria de esa temática, y en la que se enclava la famosa supercooperativa leridana. Agramunt es la medieval, monumental, románica y soportalada. Ya recuerdo con claridad.
Agramunt es un pueblo grande, o una ciudad pequeña, como se quiera ver, enclavada al norte de la comarca de Urgell, cercana a su capital, Tárrega, de la que dista menos de veinte kilómetros. El paisaje que rodea a Agramunt es genuina plana leridana, extensos campos que casi se pierden en el horizonte salpicados de pequeñas ondulaciones y pueblos medievales. Aunque ya por estos lares se intuye, en el norte cercano, la presencia de las primeras sierras prepirenaicas. Es esta, por tanto, una tierra de transición, de singular paisaje de horizontes abiertos hacia el sur y agrestes hacia el norte. Agramunt es además un excelente exponente de esos pueblos de profunda historia perdidos en las llanuras de la Catalunya interior. Viejas piedras que se asoman a sus calles y saludan a las nuevas construcciones que han ido surgiendo durante el siglo XX fruto de la ruina de anteriores edificios o del ansia por modernizar. Los orígenes del poblamiento en Agramunt son comunes al resto de la comarca, tierras conquistadas y repobladas en los siglos XI y XII, cuya carta de población en este caso fue otorgada en 1163. Aunque el casco urbano se ha extendido de forma notable en las últimas décadas, mediante nuevos desarrollos residenciales e instalaciones industriales, el casco viejo de Agramunt aún conserva su fisionomía medieval de calles estrechas y enrevesadas, jalonadas de bellos rincones, plazuelas y en su centro, la Esglesia de Santa Maria, joya románica levantada entre los siglos XII y XIII, cuya portada es un retablo excepcional de escultura y relieve medieval. A pesar de la cierta dimensión de esta pequeña ciudad, aún es posible entender en Agramunt la estrecha relación entre el campo, que ha sido fuente de trabajo y riqueza para sus habitantes, y la propia forma de la ciudad, en la que destacan almacenes agrícolas, cooperativas e interesantes muestras de arquitectura popular que en el sector más central se hace plurifamiliar, propia casi de una pequeña capital comarcal, y hacia los bordes norte y oriental tornan en arquitectura unifamiliar adosada de gran valor paisajístico. Casas de gran altura que forman rincones sombríos cargados de pintoresquismo.
© 2017 Jaime Tello García


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